Las personas cambian para bien o para mal. Una de las que cambió su vida rotundamente fue Liz Baila, la reconocida y sexy bailarina tatuada que calentaba las redes sociales con sus bailes casi eróticos, movimientos sensuales, poca ropa y demás.
Desde que entregó su vida a Cristo, todo ha cambiado, esos años en los que “tuerqueaba”en los PH del Carnaval quedaron atrás. Ahora ella es una mujer casada, que sigue los preceptos cristianos y que usa sus redes sociales para enfrentar al mal que antes la tenía agarrada a ella.
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Es constante que Liz esté metida en polémica por opinar sobre situaciones del diario acontecer, desde condenar la película Barbie, hablar de pactos demoniacos en conciertos, hasta hablar del adoctrinamiento hacia la homosexualidad y hacia las cosas que no están bien, pero ahora, sólo quiso mostrar cómo es su vida de casada.
Liz está feliz siendo ama de casa. Cada vez que puede lo dice, ella esta entregada 100% a su esposo y a su hogar y ahora se mostró en las cotidianas tareas de las amas de casa. En ropa de casa, con rollos en la cabeza, sentada en el piso, se mostró sonriente mientras le planchaba la camisa a su esposo.
“Aquí planchándole las camisitas, a muchas mujeres les da pena mostrar esta faceta… a mí no”, dijo.
La exbailarina y su esposo acaban de regresar de un viaje por Dubái.
